Después del esfuerzo, llega la debida recompensa: comida de hermandad de todos y todas las participantes, así como de la organización y de acompañantes.
El menú “reconstituyente”, el de siempre. Porque lo que gusta y funciona, ¿para qué cambiarlo?.
– Patatas con chorizo.
- – Pollo asado con ensalada
– Arroz con leche al estilo Vicente “El Cojo”.
– Vino, agua, kalimotxo y café.